Ese pequeño bulto verde asomando entre las hojas de tu orquídea Phalaenopsis es como recibir una carta de la naturaleza: “Algo está por venir”. Pero, ¿será una elegante vara floral o una resistente raíz aérea? Ambas comienzan igual —verdes, prometedoras—, pero su destino es muy distinto.
Sabemos que esta incertidumbre es parte de la magia de cultivar orquídeas. No importa si es tu primera Phalaenopsis o si ya tienes experiencia: ese momento en que descubres un nuevo crecimiento es siempre una pequeña victoria.
Claves para descifrar el enigma

1. Si es una vara floral…
🔍 Apariencia: Más verde que las raíces, con una punta aplanada.
📍 Ubicación: Suele surgir entre las hojas, no desde el centro de la planta.
⏳ Desarrollo: Se alarga manteniendo un tono verde uniforme y, con el tiempo, formará capullos.

2. Si es una raíz aérea…
🔍 Apariencia: Puntas redondeadas y brillantes, recubiertas de velamen (un tejido esponjoso que absorbe agua).
📍 Ubicación: Brota debajo de las hojas o cerca de la base.
💧 Comportamiento: Cambia de color: plateada cuando está seca, verde tras el riego.
¿Qué hacer ahora?
- No forces nada. Las raíces aéreas no deben enterrarse; déjalas libres para que cumplan su función.
- Observa con paciencia. La naturaleza sigue su propio ritmo. Si tu orquídea ha producido hojas nuevas recientemente, ¡podría ser señal de que pronto verás flores!
- Mantén el equilibrio: Luz filtrada, riego moderado y buena ventilación.
Celebramos cada etapa de crecimiento. Porque más allá de si es una raíz o una flor, lo importante es que tu orquídea está viva, adaptándose y respondiendo a tus cuidados.