El dilema del jardinero
Nada es más frustrante para quien cuida con esmero su jardín que despertar y encontrar las lechugas, las petunias o los jóvenes girasoles devorados por babosas. Estos moluscos son una plaga común, pero en un jardín, donde conviven ornamentales, huerta y a veces mascotas, el control debe ser más cuidadoso y selectivo.
La buena noticia es que, con paciencia y métodos inteligentes, se puede recuperar el equilibrio sin recurrir a productos agresivos.

1. Estrategias “suaves” y muy efectivas para el jardín
El objetivo es disuadir, atrapar y eliminar, minimizando el impacto en el resto de la vida del jardín.
· La Trampa de la cerveza
Infalible: Enterrar un recipiente (un vaso de yogur, una tapita) hasta el borde y llenarlo hasta la mitad con cerveza. Las babosas se sienten irresistidamente atraídas, caen y se ahogan. Colocarlo cerca de las plantas más afectadas. Es orgánico, barato y muy efectivo.
· Cazarlas de noche
Con una linterna, revisar el jardín después del anochecer, especialmente en zonas húmedas y sombrías. Es el momento en que están más activas. Llevar un balde con agua y jabón para eliminarlas manualmente.
· Crear barreras protectoras
·Tierra de diatomeas
Es un polvo blanco de algas microscópicas fosilizadas. Es inofensivo para humanos y mascotas, pero para las babosas es como caminar sobre vidrios rotos: les daña su cuerpo blando. Espolvorearlo formando un anillo alrededor de las plantas base. (¡Ojo! Pierde efecto si se moja, hay que reponerla después de la lluvia o el riego).
· Ceniza de madera
Crea una barrera alcalina y seca que las babosas evitan. Usarla de la misma manera que la tierra de diatomeas.
· Cáscaras de huevo trituradas
Son una barrera física puntiaguda y ecológica.

2. Modificar el ambiente: Hacer un jardín menos atractivo
La prevención a largo plazo es la clave del éxito.
· Regar por la mañana, no por la tarde
Un jardín húmedo al anochecer es un restaurante de lujo para las babosas. Regando por la mañana, la superficie del suelo tiene tiempo de secarse, haciéndolo menos invitador.
· Eliminar sus escondites
Mantener el jardín ordenado. Limpiar hojarasca acumulada, retirar tablas, piedras grandes y cualquier objeto que cree un lugar fresco y húmedo donde puedan esconderse durante el día.
· Podar y despejar
Permite que entre más luz y aire en la base de las plantas. Un follaje muy denso y tocando el suelo crea el microclima perfecto para ellas.

3. Atraer a sus enemigos naturales
Convertir el jardín en un lugar acogedor para los depredadores de babosas.
· Animar a los sapos
Un pequeño recipiente con agua a nivel del suelo puede atraer sapos, que son excelentes cazadores nocturnos.
· Construir un hotel de bichos
Un rincón con troncos, piedras y cañas alentará la presencia de escarabajos, luciérnagas y otros insectos que se alimentan de babosas y sus huevos.
· Las aves son aliadas
Los pájaros, como los zorzales y los tordos, adoran comer babosas. Un baño para pájaros puede ser suficiente para atraerlos.

4. El control químico
Si la infestación es inmanejable, la opción más segura para el jardín es un molusquicida específico que controle babosas a través de la deshidratación por contacto e ingestión.
Un enfoque integral
En el jardín, la guerra contra las babosas no se gana con una sola batalla, sino con una estrategia constante y amigable con el ecosistema. Comenzar con las trampas y barreras, modificar los hábitos de riego y fomentar la biodiversidad. Con el tiempo, el problema se reduce a niveles tolerables, permitiéndo disfrutar plenamente del espacio verde.

