La cochinilla algodonosa (Planococcus citri) es una de las plagas más frecuentes y dañinas que podemos encontrar en viveros, jardines y plantas de interior. Este pequeño insecto, reconocible por su aspecto de cera algodonosa blanca, no solo debilita a las plantas al alimentarse de su savia, sino que puede atraer hongos y otras complicaciones.

Conocer al enemigo: Identificación y daños
Antes de actuar, es crucial confirmar que estamos frente a la cochinilla algodonosa.
· Aspecto
Se presenta como masas blancas y cerosas con aspecto de algodón, que suelen alojarse en el envés de las hojas, en las uniones de los tallos y en los brotes nuevos. Las hembras son ovaladas, blandas y están cubiertas por polvo ceroso.
· Daños directos
Tanto las ninfas como las hembras adultas clavan su aparato bucal en la planta para succionar la savia. Esto provoca:
· Debilitamiento general
La planta muestra hojas amarillentas, marchitamiento y falta de crecimiento.
· Deformaciones
En casos severos, se pueden observar malformaciones en hojas y tallos.
· Daños indirectos (muy graves)
La cochinilla excreta un líquido azucarado llamado melaza. Sobre esta sustancia pegajosa se desarrolla el hongo negrilla o fumagina (un moho negro), que cubre las hojas, impidiendo la fotosíntesis y afeadando la planta ornamental.
Las hormigas acuden a alimentarse de la melaza y, a menudo, protegen a las cochinillas de sus depredadores naturales, agravando la infestación.

La mejor defensa: estrategias de prevención
Un cultivo sano y unas buenas prácticas son la primera línea de defensa.
· Inspección regular
Revisar frecuentemente, y con mucha atención, el reverso de las hojas y los tallos de las plantas, especialmente en épocas de calor y humedad, condiciones que favorecen su desarrollo .
· Cuarentena para plantas nuevas
Antes de incorporar una nueva planta, mantenerla aislada por unos días para observar si presenta alguna plaga.
· Limpieza y ventilación
Mantener el área de cultivo libre de hojas muertas y asegurar una buena circulación de aire. Esto reduce el ambiente húmedo que favorece a la plaga.
· Fortalecimiento con productos naturales
Aplicar periódicamente aceite de neem (diluido) puede fortalecer las defensas naturales de las plantas y actuar como repelente preventivo .
Remedios naturales y caseros
Para infestaciones leves a moderadas, estos métodos son muy efectivos y de bajo impacto ambiental.
Las opciones más populares y sus aplicaciones:

Jabón potásico + aceite de Neem
Mezclar ambos productos según las instrucciones del fabricante en agua. Pulverizar generosamente sobre la plaga. El jabón disuelve la capa cerosa protectora y el neem actúa como insecticida y repelente.

Alcohol en hisopo o pulverizado
Aplicar directamente con un hisopo de algodón o diluir 70% de alcohol en agua (1:1) y pulverizar. Deshidrata y mata a las cochinillas por contacto directo. Ideal para puntos localizados.

Tierra de diatomeas
Espolvorear sobre la planta y el sustrato, preferentemente con algo de humedad. Las micropartículas de fosilios dañan el exoesqueleto de los insectos, causándoles la muerte. También es un nutriente.

Caldo de Ajo
Macerar 5 dientes de ajo en 250 ml de alcohol 24 hs. Luego, agregar 250 ml de agua y un chorro de jabón biodegradable. Pulverizar. Actúa como insecticida por contacto y también como fungicida y repelente.
Recomendación clave
Sea cual sea el tratamiento elegido, en casos de infestación en plantas de interior, se aconseja separar la planta afectada de las demás durante el proceso curativo para evitar que la plaga se propague.
Control profesional y biológico
Para infestaciones graves o en entornos de producción, donde se requieren soluciones de mayor escala y efectividad, existen estas alternativas:

· Control químico
Se pueden utilizar insecticidas sistémicos comerciales foliares y de contacto.Son absorbidos por el vegetal y distribuido por toda la planta a través de la savia. Es fundamental leer siempre la etiqueta y seguir las instrucciones al pie de la letra, respetando los tiempos de seguridad, especialmente en plantas comestibles.

· Control biológico
Esta es una estrategia de excelente resultados en invernaderos y jardines. En el control biológico de plagas, se introducen en los cultivos organismos beneficiosos como avispas parásitas y ácaros depredadores que depredan o parasitan plagas dañinas.
Conclusión final
La cochinilla algodonosa es una plaga formidable pero manejable. La clave del éxito reside en la detección temprana y la constancia en el tratamiento. Comienza siempre con los métodos menos agresivos para el ecosistema, como los remedios caseros, y avanza hacia el control químico solo si es estrictamente necesario.

