Afilado de tijeras de podar y tijeras cortacercos

Mantener un filo óptimo en las tijeras de podar y cortacercos es fundamental para realizar cortes limpios, preservar la salud de las plantas y reducir el esfuerzo físico. A continuación, se presenta una guía para el correcto afilado de estas herramientas.

1. Herramientas necesarias

  • Piedra de afilar (de grano medio a fino) o lima plana adecuada para metales duros.
  • Guantes de protección para evitar cortes.
  • Trapo limpio y aceite lubricante (WD-40, aceite mineral o aceite específico para herramientas).
  • Amoladora o herramienta rotativa (opcional, solo para hojas muy dañadas).

2. Proceso de afilado

A. Limpieza inicial

  1. Abrir las tijeras al máximo.
  2. Eliminar restos de savia, resina o suciedad con un trapo humedecido en alcohol o disolvente.
  3. Para óxido persistente, utilizar lana de acero o un cepillo metálico.

B. Desmontaje (si es necesario)

  • Algunos modelos permiten desarmar las hojas para facilitar el afilado. Retirar el tornillo central con la llave adecuada si es posible.

C. Afilado de la hoja

  1. Identificar el ángulo de afilado original (generalmente entre 20° y 30°).
    1. Tijeras de podar de bypass: Afilar solo el lado biselado.
    1. Tijeras de yunque: Afilar el bisel de la hoja móvil y asegurar que la base plana esté lisa.
    1. Tijeras cortacercos: Afilar cada diente individualmente con una lima pequeña, manteniendo el ángulo original.
  2. Técnica de afilado:
    1. Usar la piedra o lima en movimientos unidireccionales (desde el talón hacia la punta), siguiendo la curvatura de la hoja.
    1. Realizar entre 10 y 15 pasadas por hoja, verificando periódicamente el filo.
  3. Eliminación de rebabas:
    1. Pasar ligeramente la piedra por el lado plano de la hoja para eliminar cualquier rebaba.

D. Lubricación y ajuste

  1. Aplicar aceite lubricante en el tornillo de pivote y en las hojas.
  2. Abrir y cerrar las tijeras varias veces para distribuir el lubricante.
  3. Ajustar la tensión del tornillo central para garantizar un movimiento suave pero sin holgura.

E. Prueba de corte

  • Probar el filo cortando una hoja de papel o una rama fina.
  • Si el corte no es limpio, repetir el proceso de afilado.

3. Mantenimiento preventivo

  • Limpiar las hojas después de cada uso.
  • Aplicar aceite lubricante regularmente para prevenir la oxidación.
  • Almacenar las herramientas en un lugar seco y protegido.

4. Consideraciones adicionales

  • Si las hojas presentan huecos profundos o daños significativos, es recomendable llevarlas a un servicio profesional de afilado o considerar el reemplazo de las mismas.
  • El uso de una amoladora debe ser realizado con precaución para evitar el sobrecalentamiento del metal, lo que puede afectar su temple.

Conclusión: Un afilado correcto y regular no solo mejora el rendimiento de las tijeras de podar y cortacercos, sino que también prolonga su vida útil y garantiza un trabajo más eficiente y seguro.

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